Sin tener en cuenta la firme oposición y las solemnes gestiones diplomáticas de China, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó Taiwan el día 2 de agosto. Insistir en fomentar los intercambios oficiales entre Estados Unidos y Taiwan es una gran provocación política, y viola gravemente el principio de una sola China y los tres comunicados conjuntos chino-estadounidenses. Una vez más, se demuestra que algunos políticos estadounidenses que dicen apoyar a las fuerzas separatistas de Taiwan son los mayores enemigos de la paz en el Estrecho de Taiwan, y de la paz y la estabilidad mundiales. China tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar su soberanía nacional y su integridad territorial.
La cuestión de Taiwan forma parte de los intereses fundamentales de China. La Declaración de El Cairo en 1943 y la Proclamación de Potsdam en 1945 establecieron claramente para la comunidad internacional la legitimidad de la soberanía territorial de China sobre Taiwan. Los tres comunicados conjuntos sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Beijing y Washington estipulan claramente que Estados Unidos reconoce que solo hay una China en el mundo, que Taiwan es parte de China y que el gobierno de la República Popular China es el único gobierno legal de China. Se puede ver que la historia de la cuestión de Taiwan no admite dudas, y el hecho y la situación actual de que ambos lados del Estrecho de Taiwan pertenecen a una sola China está más que probado. 181 países de todo el mundo han establecido relaciones diplomáticas con China sobre la base del principio de una sola China, lo que demuestra que dicho principio se ha convertido en un consenso general dentro de la comunidad internacional.
Desde que la actual administración estadounidense asumió el cargo, ha prometido reiteradamente adherirse a la política de una sola China y no apoyar la independencia de Taiwan. El Congreso de los EE. UU. es una parte integral del Gobierno de EE. UU. y debe cumplir estrictamente con la política de Una China. Pelosi, como la figura número 3 en el actual gobierno de EE. UU., está muy clara al respecto. Pero finalmente se arriesga, lo que demuestra que se ha dejado llevar por intereses políticos egoístas, y que ha ignorado por completo el enorme impacto que este comportamiento arriesgado y provocador ha tenido y tendrá en las relaciones chino-estadounidenses, la seguridad regional y los propios Estados Unidos. Esto ha dejado más claro a la comunidad internacional que el motivo fundamental de la escalada de tensiones en el Estrecho de Taiwan es la obstinación de las autoridades de Taiwan, empeñadas reiteradamente en apoyarse en la Casa Blanca aspirando a la independencia, mientras que algunas personas de Estados Unidos pretenden usar a Taiwan para contener China.
Por supuesto, la insistencia de Pelosi en visitar Taiwan no es realmente muestra de su preocupación por Taiwan, sino que tiene un claro propósito político. Por un lado, a medida que se acercan las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, Pelosi intenta desafiar los intereses centrales de China para sumar puntos al Partido Demócrata, que se encuentra en una reñida elección. Por otro lado, Pelosi también quiere usar esto para «dar un lustre» a su carrera política personal.
El comportamiento político aventurero de Pelosi intensifica aún más la situación en el Estrecho de Taiwan, atenta contra la paz y la estabilidad en la región de Asia y el Pacífico, y hace que el mundo vea el verdadero rostro de EE. UU., siempre presto a sacrificar a otros por sus intereses geopolíticos.
No se puede violar la opinión pública y la tendencia general es irreversible. Pelosi está decidida a sumar puntos a su carrera política desafiando los intereses centrales de China, pero resulta que esto será una gran mancha en su carrera política. Su visita actual no cambiará los hechos históricos que justifican con creces que Taiwan pertenece a China, ni podrá detener la tendencia histórica hacia la reunificación completa de China. La determinación de los más de 1400 millones de chinos de salvaguardar su soberanía nacional y su integridad territorial es sólida como una roca. ¡Cualquier fuerza o individuo que quiera jugar con fuego en el tema de Taiwan terminará incinerándose a sí mismo!