Suiza, ecosistema líder en innovación

Pese a que suele asociarse con la industria financiera, la chocolatería y sus relojes, Suiza ha demostrado tener, ante todo, un poderoso espíritu innovador.
Así lo advierte una serie de rankings internacionales: es el país más innovador del mundo, según el Global Innovation Index 2021; es líder en cuanto a facilidad para iniciar y desarrollar un negocio (Global Entrepreneurship Monitor 2020); su ecosistema es el más atractivo para captar talento (Global Talent Competitiveness Index 2020); es número uno en cantidad per cápita de patentes (European Patent Office, 2019), y posee el entorno empresarial más resiliente (Change Readiness Index 2019, de KPMG) y cosmopolita (KOF Globalization Index 2019) del mundo.
Una serie de pergaminos que llaman la atención al tratarse de un mercado relativamente pequeño (tiene solo 8,4 millones de habitantes, la mitad de Chile), sin salida al Mediterráneo y con escasos recursos naturales. La explicación a su actual nivel de desarrollo se encuentra en otro lado: un intenso matrimonio entre conocimiento y espíritu emprendedor.

Invertir en las personas
Al no contar con grandes recursos naturales, el país debió apostar por capital humano. Esto se traduce en un sistema educacional que capta un significativo nivel de inversión de parte del Estado, con una educación técnico-profesional basada en el modelo «dual» (altamente vinculado con las necesidades de las empresas) y un fuerte énfasis en investigación aplicada y el desarrollo de capital humano avanzado.
De hecho, el PIB anual suizo asciende a US$ 703 mil millones (casi el triple de Chile con la mitad de sus habitantes) y el 3,37% se destina a investigación y desarrollo (I+D). Y la cuantiosa inversión ha dado frutos: 23 científicos de ese país han obtenido un premio Nobel.

El aporte privado en una economía diversificada
Un aspecto clave del modelo suizo es la sinergia constante entre el mundo privado y la generación de conocimiento. Sobre el 70% de la inversión en I+D proviene del sector privado, lo cual demuestra su visión de largo plazo.

La transferencia de conocimiento que vincula a la academia con el mundo empresarial ha generado dos ventajas clave: en primer lugar, que las universidades y centros de estudios superiores entreguen una formación muy alineada con las necesidades productivas del país, y, en segundo lugar pero no menos importante, que las empresas del país se distingan por imprimir un alto valor agregado a sus productos. De hecho, Suiza es el país con el mayor registro de patentes por habitante del mundo.

El país destaca en rubros muy diferentes, pero que tienen como denominador común el basarse fuertemente en conocimiento científico y tecnológico, como las industrias alimentaria, química, farmacéutica, de la salud, minera, manufacturera, medioambiental, de energías renovables, biotecnológica, robótica y digital. Lo anterior no solo se encarna en empresas reconocidas a nivel mundial, sino también en innovaciones científicas como el gigantesco laboratorio del CERN, famoso por su colisionador de hadrones.

La diversidad y conectividad de las industrias también es un aspecto característico de su ecosistema de innovación. Sin ir más lejos, una muestra de ello es la variedad de rubros que abarcan las empresas de capitales suizos que más empleo dan en Chile: Adecco (8.500 trabajadores), Nestlé (7.601), Glencore (5.680), Grupo SGS (3.747), Chilena Consolidada (1.737), Ascensores Schindler (517), ABB (489), Surlat-Emmi (400), Roche (271), MSC (253), Novartis (188), Hilti (162), Sika (145), Clariant (89) y Tetrapak (74).

En ese sentido, las áreas más prometedoras para la economía suiza son la inteligencia artificial, la robótica, la salud personalizada, la manufactura avanzada y la tecnología blockchain .

Un sector público comprometido con el desarrollo
El aporte del sector público también es un pilar del modelo suizo, lo que es posible gracias a que el país ha logrado establecer un marco jurídico e institucional que fomenta la innovación, lo que ha dado pie a un ecosistema de la innovación único. Este aspecto es recogido por los rankings que destacan las facilidades que ofrece el país para iniciar y desarrollar negocios.

Una ventaja que se mantiene incluso en contextos más complejos, como la inestabilidad política de los últimos años en Europa y la pandemia. En 2019, Suiza registró un récord en el número de nuevas empresas creadas (44.482) y la inversión en startups también creció, superando por primera vez los US$ 2 mil millones.

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