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Secuestro masivo de niños en Nigeria demuestra el aumento del terror en el país africano

Desde Chile, la fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN Chile) respalda la labor de la Iglesia católica en Nigeria, que en medio de una brutal persecución continúa entregando apoyo humanitario, psicológico y pastoral a una población marcada por el terror y la violencia.

El terrorismo avanza de manera alarmante en Nigeria, amenazando a una población indefensa. No hay sitio seguro, ha quedado demostrado con los últimos secuestros masivos en escuelas. Primero secuestraron a 25 niñas de un internado del estado de Kebbi y, cuatro días después, más de 300 alumnos y 12 profesores fueron capturados en la escuela católica Santa María, en el estado nigeriano de Níger.

El fin de semana recibimos la noticia de que ya son 175 niños que han logrado escapar o fueron encontrados… Pero hay más de cien pequeños todavía en cautiverio. “Estos niños salieron de sus hogares en busca de educación y, en su lugar, han sufrido el terror”, denuncia Mons. Bulus Dauwa Yohanna, obispo de Kontagora.

Sus padres están desesperados. El mayor miedo es que sus hijos enfrenten el mismo destino que miles de niños, jóvenes y mujeres secuestrados por grupos terroristas: matrimonios forzados, violaciones y la obligación de tomar las armas para unirse a sus filas. Quienes logran escapar deben aprender a convivir con el fantasma del terror de lo vivido, algo que los marca de por vida. “Una atención temprana de los traumas es fundamental para que estos pequeños puedan reinsertarse en sus comunidades y retomar sus estudios. No solo ellos deben ser curados, sus padres también deben aprender cómo enfrentar el dolor que llevan sus hijos”, dice Magdalena Lira, Directora de Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN Chile), quien ha estado en los Centros de Curación de Trauma que atiende la Iglesia católica en Nigeria.

La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), con oficina en Chile, apoya la labor de la Iglesia católica nigeriana, enfocada en dar apoyo pastoral y humanitario. ACN está especialmente comprometida con proyectos de educación, curación de traumas, asistencia humanitaria y también pastoral de los más vulnerables. Gracias a ACN, los sacerdotes y las religiosas reciben el sustento para poder atender a las víctimas del terror y la violencia.

Una crisis que golpea especialmente a los cristianos

Nigeria sufre una compleja mezcla de factores que contribuyen a la violencia y la perturbación social. Grupos yihadistas como Boko Haram y el Estado Islámico Provincia de África Occidental operan en algunas zonas del norte, atacando a los cristianos y a todos aquellos que no profesan su versión radical del islam, mientras que en algunos estados de mayoría musulmana que han adoptado la sharía (la ley islámica), los cristianos son tratados como ciudadanos de segunda clase. En otras regiones, las disputas entre los pastores fulani -en su mayoría musulmanes y fuertemente armados- y los agricultores cristianos -en su mayoría, desarmados- han causado un gran número de víctimas mortales. Aunque no se trate de un conflicto específicamente religioso, la religión es un factor agravante y hay indicios de una creciente radicalización islámica entre los fulani.

Según el Informe sobre la Libertad Religiosa en el Mundo 2025, elaborado por ACN, los cristianos representan el 46,3 % de la población nigeriana. Sin embargo, pese a ser casi la mitad de la población, los cristianos son el grupo más amenazado por grupos extremistas, que operan principalmente en el noreste, en el centro-norte y en el cinturón central del país.

Una Iglesia que se queda cuando todos los demás se van

“Hoy tenemos un mar de sangre. Incluso en los mejores tiempos, la situación en Nigeria ha sido difícil”, reconoce a ACN Mons. Matthew Hassan Kukah, obispo de Sokoto. Sacerdotes, seminaristas y religiosas son víctimas de secuestros y asesinatos. Pero a pesar del peligro, están decididos a quedarse junto a su pueblo, porque saben que su misión es un pilar fundamental para quienes sufren sin que nadie los defienda.

Debido a esta situación, Nigeria es uno de los países que más apoyo recibe de parte de ACN. En su viaje a Nigeria, Magdalena Lira pudo mirar a la cara a quienes han sido víctimas del terrorismo yihadista en el país: «La violencia en Nigeria no son solo cifras: son padres a quienes les han quitado a sus hijos, niños que han presenciado el asesinato de sus padres, familias enteras destrozadas. Entre el dolor y la incertidumbre, la Iglesia es muchas veces el único apoyo que les queda.»

En un país donde los secuestros se han vuelto cotidianos y la violencia es incontrolable, ACN trabaja para sostener el trabajo de la Iglesia. Porque es la Iglesia la que se queda cuando todos los demás se van. Y mientras haya un sacerdote celebrando Misa en una aldea remota, una religiosa consolando a una madre que espera noticias de su hija, o un catequista enseñando a un niño desplazado, habrá esperanza.

Desde hace más de 75 años, ACN trabaja para apoyar a la Iglesia perseguida y necesitada en más de 135 países. Con oficina en Chile desde hace 25 años, la fundación busca ser un puente de apoyo entre los chilenos y comunidades cristianas de todo el mundo. A través de ACN se puede apoyar la labor de quienes están en Nigeria arriesgando sus vidas para atender, acompañar y consolar a quienes tanto sufren. Para ayudar con la misión lo puedes hacer a través del sitio web de ACN Chile