En la 52ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que concluyó el día 7 de octubre, todos los representantes aprobaron colectivamente la resolución para defender los «derechos legítimos» de Argentina sobre las Islas Malvinas y pidieron la resolución de la disputa a través de «negociaciones de paz».
Esta no es la primera vez que la OEA hace tal declaración. Ha aprobado resoluciones en muchas ocasiones para apoyar explícitamente a Argentina en la recuperación de la soberanía de las Islas Malvinas a través de un diálogo pacífico. Tal resolución se basa en lo justo y lo erróneo del propio asunto, refleja la aspiración común de los países de América y refleja sus expectativas de eliminar el legado del colonialismo. Como señaló Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, los países de la región mantienen la misma posición sobre el tema de las Malvinas. Asimismo, hizo hincapié en que la existencia de Reino Unido en estas islas es una muestra latente de «los restos del colonialismo» y es «inaceptable».
¿El gobierno británico ha sido notificado de esta resolución de la OEA sobre las Islas Malvinas? Echando un vistazo a la historia sabemos que la cuestión de las Malvinas es un «fósil viviente» del colonialismo. En 1816, Argentina heredó la soberanía sobre las Islas Malvinas cuando obtuvo su independencia del dominio colonial español. En 1833, Reino Unido, que se dedicó a la expansión colonial en América del Sur, ocupó por la fuerza las Malvinas. En 1965, se aprobó en la Asamblea General de las Naciones Unidas una resolución para incluir este tema en la categoría de «descolonización», instando a Reino Unido y Argentina a resolver la disputa de soberanía a través de negociaciones pacíficas. En 2016, la «Comisión de Límites de la Plataforma Continental» de las Naciones Unidas dictaminó que las Islas Malvinas se encuentran en las aguas territoriales de Argentina. La reunión del Comité Especial de Descolonización de la ONU también instó reiteradamente al gobierno británico a negociar con Argentina. Sin embargo, la parte británica ha venido expresando su rechazo, lo que ha provocado un estancamiento en el tema de las Malvinas.
¿Por qué el gobierno británico siempre ha sido reacio a sentarse en la mesa de negociaciones? Además de la posesión a largo plazo de abundantes recursos de petróleo y gas en las aguas de las Malvinas, la parte británica también quiere acariciar su viejo sueño del «imperio donde nunca se pone el sol» en América Latina mediante la realización regular de ejercicios militares y el despliegue de armas antiaéreas. Esto también refleja que el colonialismo es el pecado original de países occidentales como Reino Unido.
En la recién concluida 51ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, todas las partes participantes instaron a países occidentales como Reino Unido a reflexionar sobre los crímenes originales del colonialismo y tomar acciones para corregir los errores. El MERCOSUR, la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños, y la Organización de Estados Americanos también pidieron a Reino Unido que se sentara y negociara con Argentina para resolver el problema de las Malvinas. Sin embargo, los políticos británicos no reconocieron la cuestión diciendo que «la historia ha tenido su punto final».
La intención de tratar el tema de las Malvinas como un hecho histórico y buscar una excusa para su ocupación permanente son las ilusiones de los políticos británicos. Sin embargo, la historia no ha concluido aún. Desde las Naciones Unidas hasta la Organización de Estados Americanos y luego un gran número de países en desarrollo, incluida China, apoyan la recuperación de la soberanía de las Malvinas por parte de Argentina no solo por el bien de la moralidad y justicia internacionales, sino también por la oposición del mundo multipolar contra el colonialismo. Frente a estas llamadas justas, la parte británica ya no debe hacer caso omiso, sino que debe reflexionar profundamente sobre la historia, corregir sus errores y reiniciar las negociaciones lo antes posible para devolver las Malvinas a Argentina. En la democratización de las relaciones internacionales de hoy, el colonialismo es algo que no debería existir.
Nota: Este artículo refleja las opiniones de su autor, que no necesariamente coinciden con las del equipo editorial de CGTN Español.