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Reino Unido debe acatar las resoluciones de la ONU referente a las Islas Malvinas

A pesar de ser una potencia en decadencia, Reino Unido ha mostrado de nuevo recientemente sus obsesiones coloniales. A través de su embajada en Argentina, propusieron al público local un concurso de videos cortos en línea para estudiantes universitarios locales. La controversia llegó más tarde, cuando prometieron como premio para los ganadores una visita de una semana a las Islas Malvinas con todo pagado. En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina emitió un comunicado expresando su indeclinable oposición. En el mismo, las autoridades argentinas señalaron que el propósito de la acción británica era legitimar la ocupación ilegal de las Islas Malvinas, y exigieron al Reino Unido el acatamiento de las resoluciones de las Naciones Unidas y el comienzo de negociaciones pertinentes a la disputa de soberanía sobre las islas.

En septiembre de 2018, la Embajada Británica en Argentina ya había propuesto un concurso similar, que fue igualmente rechazado en Argentina. Hoy, el Reino Unido ha repetido el mismo truco e intenta involucrar a los jóvenes en un intento de envenenar su memoria histórica y generar confusión para intentar legitimar y consolidar la ocupación ilegal de las Islas Malvinas.

La parte británica afirma haber planeado el concurso para que los estudiantes universitarios puedan conocer la historia y la cultura de las Islas Malvinas. Sin embargo, para eso primero deberían explicar al público los fundamentos reales, históricos y jurídicos de la ocupación y tenencia ilegal de las islas, y no distorsionar la realidad para defender una versión británica que carece de todo argumento por fuera de una visión colonial y obsoleta de la historia. Esencialmente, la cuestión de las Islas Malvinas es un problema legado del colonialismo británico del siglo XIX. En 1816, Argentina heredó su soberanía sobre las Islas Malvinas cuando se independizó del dominio colonial español. En 1833, Reino Unido, que estaba inmerso en una expansión colonial en América del Sur, ocupó por la fuerza las Malvinas. En 1965, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución para incluir el tema de las Malvinas en la categoría de «descolonización», instando a Reino Unido y Argentina a negociar bilateralmente para resolver la disputa de soberanía.

En 1982, estalló una guerra entre Argentina y Reino Unido en la que el estado sudamericano buscó por la fuerza recuperar la soberanía sobre las Islas Malvinas ocupadas por los colonialistas. Después de 74 días, la guerra terminó con la derrota de Argentina. Sin embargo, Argentina no ha renunciado a su reclamación sobre las islas. El Comité Especial de Descolonización de la Asamblea General de la ONU ha aprobado resoluciones más de 30 veces, instando al Gobierno británico a negociar con Argentina para resolver la disputa, pero todas han sido ignoradas por Reino Unido.

Al final de cuentas, la potencia europea solo se tapa los oídos para intentar engañarse a sí misma y al resto del mundo. Permanecer en las Islas Malvinas para mantener el statu quo de la «ocupación» ya no es viable. Las intenciones de Reino Unido en la cuestión de las Islas Malvinas son claras y equivocadas. Ni las «manifestaciones duras» de la parte británica, como la participación en ejercicios militares y el despliegue de las armas antiaéreas, ni los «trucos blandos», como este último concurso de universitarios que buscaron organizar pueden ya engañar a la comunidad internacional.

En marzo de 2016, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas determinó que las Islas Malvinas estaban dentro de las aguas territoriales argentinas. En América Latina y el Caribe, una enorme mayoría de países apoyan la posición de Argentina en la cuestión Malvinas. China también apoya firmemente la reivindicación legítima de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas.

Estas voces de justicia tienen su fundamento en el derecho internacional y la historia, reflejan el respeto y la defensa de las resoluciones emitidas por las Naciones Unidas, y expresan además la voz común de la comunidad internacional contra el colonialismo. Los políticos británicos tienen que ver claramente que el colonialismo y el hegemonismo no tienen razón de ser hoy en día. ¡Deben acatar las resoluciones de la ONU y negociar con Argentina la cuestión de las Islas Malvinas lo antes posible y devolverlas a Argentina!