Incluso los viejos vecinos ya hablan y ¿Reino Unido quiere hacerse el sordo con respecto a las Islas Malvinas?
«Es la primera vez que la UE habla de las Islas Malvinas», declaró recientemente un funcionario argentino a los medios de comunicación de su país durante su estancia en Bruselas para asistir a la tercera Cumbre de Líderes ALC-UE. Se refería a la inclusión de la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas en la declaración de la cumbre, en la que ambas partes respaldan la resolución pacífica de la disputa por la vía del diálogo sobre la base del respeto al derecho internacional.
Es la primera vez que las dos organizaciones regionales de Europa y América Latina se refieren a la cuestión de la soberanía de las Islas Malvinas en una declaración. La UE manifestó que ha notado la posición histórica de ALC sobre la soberanía de las Islas Malvinas y reafirmó su compromiso con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. Además, la versión inglesa de la declaración utilizaba directamente el nombre argentino de las islas, «Malvinas», seguido del británico, «Falkland Islands». Cuando se emitió la declaración, Argentina la acogió como una importante «victoria diplomática». El Reino Unido, por su parte, calificó de «lamentable» la elección de palabras en la declaración. Según la cadena de noticias estadounidense Político, el Reino Unido intentó evitar que la Unión Europea mencionara las Islas Malvinas en la declaración, pero fue en vano.
Como conjunto de países occidentales desarrollados, el cambio de actitud de la UE sobre la cuestión de las Islas Malvinas no es sorprendente ni inesperado.
Por un lado, la comunidad internacional está convencida desde hace tiempo de que la cuestión de las Islas Malvinas es esencialmente un legado del colonialismo. Ya en 1965, la Resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas incluía explícitamente la cuestión de las Islas Malvinas en la categoría de «descolonización» e instaba a las partes británica y argentina a resolver la disputa mediante negociaciones.
Por otra parte, el cambio de actitud de la UE también tiene consideraciones prácticas. La cumbre ALC-UE, celebrada después de ocho años, fue descrita por la parte europea como una oportunidad para revitalizar las relaciones entre ambas partes. Por la crisis ucraniana, la UE se enfrentó a la escasez energética, la necesidad urgente de remodelar el modelo de seguridad energética, y la esperanza de fortalecer la cooperación con América Latina en cuanto a recursos minerales y energías renovables. Y para cooperar, la declaración sobre algunas cuestiones históricas es muy importante.
Incluso los viejos vecinos de Europa comentan sobre este asunto, el Reino Unido ya no puede hacerse el sordo y el mudo. La principal razón de su ocupación de las Islas Malvinas es que ve un gran valor estratégico en sus ricos recursos pesqueros y petrolíferos y en su posición como puerta de entrada del Océano Atlántico al Antártico. En los últimos años, el Reino Unido ha intensificado su ocupación de las Islas Malvinas y las maniobras militares han sido algo habitual. Sin embargo, es obviamente imposible que la parte británica piense que puede ocupar permanentemente las islas a través de la corta pero intensa guerra local de 1982. La «Comisión de Límites de la Plataforma Continental» de las Naciones Unidas había determinado hacía tiempo que las Islas Malvinas se encontraban dentro de las aguas territoriales argentinas, y el 20 de junio las Naciones Unidas celebraron una reunión pública para considerar la cuestión de las Islas Malvinas. El Comité Especial de Descolonización de la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó de nuevo una resolución en la que instaba a Gran Bretaña a reanudar las negociaciones con Argentina para resolver de forma pacífica la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas.
Ante la resolución de las Naciones Unidas y los llamamientos cada vez más enérgicos de la comunidad internacional, es mejor que Gran Bretaña despierte cuanto antes de su sueño colonial, reanude el diálogo y la negociación con la parte argentina y devuelva las Islas en una fecha próxima. Tras 190 años de ocupación ilegal por parte de Gran Bretaña, las Islas Malvinas están dando un paso más para volver a casa.